miércoles, 18 de junio de 2014


Las peculiaridades de las personas propensas al éxito


Desde Rockefeller a Allen Ginsberg, pasando por Bill Gates o Kiyosaki. Todos tienen algo en común: el éxito. Seguro estarás pensando el por qué de esa “suerte”. Es bueno saber que no se trata para nada de algo azaroso, sino que se debe a diversas cuestiones, como por ejemplo, estar rodeado de personas útiles, ser muy inteligentes, contar con buenas conexiones, ser enérgicos, abiertos o positivos.

Su éxito también puede desarrollarse por otros factores, que tal vez son innatos de esas personas o bien, que han podido mejorarlos o incorporarlos a su rutina con el tiempo. La buena noticia es que cualquiera puede ser exitoso si se lo propone, no hace falta ser tocado por una “varita mágica” o haber nacido en “cuna de oro”.

¿Qué hacen los que consiguen el éxito?


Si quieres ser exitoso en tu trabajo, en tu carrera, en tu emprendimiento o en cualquier otro aspecto de tu vida, no dudes en poner en práctica los siguientes consejos, que son simplemente una guía para mejorar en tu día a día.

-Toma decisiones y entra en acción: no te quedes esperando que las cosas “caigan del cielo” (lo único que hace eso es la lluvia), por más de que pienses que vas a equivocarte, es preferible a quedar de brazos cruzados sin hacer nada. Es mejor errar por hacer que por no hacer. No importa si es una decisión buena o mala, es una decisión al fin y al cabo.

-Haz cosas aunque no quieras: seguramente para conseguir el éxito deberás dejar de lado muchas cosas, como ser tiempo libre para estar con tu familia, un empleo “seguro” en una empresa, días de vacaciones, horas de sueño, etc. Puede que haya muchas cosas que debas cumplir aunque no te guste demasiado, pero igualmente las llevarás a cabo porque traen un beneficio adicional y es un paso más hacia el tan ansiado éxito. No evites hacer por miedo, pereza, incertidumbre, todo es para un objetivo mayor.

-Identifica y realiza cuál es la tarea más productiva: una persona exitosa puede saber qué actividad es la más importante o destacada para un proyecto determinado, la que le brindará mejores beneficios, la que le permitirá conseguir ese cliente, etc. En lugar de hacer muchas cosas pequeñas, puedes optar por una grande que “equilibre”. Mejora tu enfoque todo el tiempo.

-Realiza una cosa por vez: las multitareas no son para nada eficaces para una persona exitosa. Enfoca tu atención en una actividad por vez, para que tu mente y tu cuerpo la puedan finalizar como corresponde. Si estás pensando en diez cosas diferentes al mismo tiempo, es imposible que alguna de ellas te salga bien. Y no caigas en otro error muy frecuente: hacer algo mientras piensas en lo que sigue o tienes que resolver después.

-Ten siempre una actitud positiva: esto te permite abrir muchas puertas (y hasta ventanas) donde no esperabas, así como también facilitar las soluciones y oportunidades. No quiere decir que no veas los obstáculos, pero si que te enfoques en cómo mejorar o responder a una situación en particular de la mejor manera posible. Ver el medio vaso lleno en los negocios es también aprender de los fracasos, saber que todo es una enseñanza y que de esa manera, no caerás otra vez en el mismo error. Además, los pesimistas nunca son exitosos.

-Encuentra una determinación para tu vida (ya sea personal o profesional): así estarás siempre motivado y con más ganas de seguir adelante. Si tu objetivo es tener una empresa con 500 empleados, piensa en ella a diario, trabaja para conseguirlo, derriba todas las barreras que aparecen ante ti. Sé como el caballo que sigue fielmente la zanahoria en una carrera, no te desvíes del camino.

-Ten una mente abierta: es preciso que estés dispuesto a aprender y a estudiar para ser exitoso. Intenta siempre evolucionar, conoce otras maneras de ver las cosas, pregunta, consulta, pide consejos. De todo se puede conseguir una enseñanza, hasta de lo que menos esperas. 

Por : Yamila PapaJun 15 2014

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