Cuando se tiene noción de lo que es
la mecánica cuántica, la relatividad del tiempo, o se logra construir en la
mente, la idea de que dentro del átomo hay partículas que se comportan según lo
que esperamos de ellas, se puede establecer una conciencia poco tradicional
sobre la existencia.
Si adoptamos la noción de que el
universo se generó a partir de una gran explosión, y que de allí surgieron
todas los elementos que componen lo que somos y lo que nos rodea, entonces por
qué no pensar que somos parte de un todo, separado, pero que a fin de cuentas
hace que la dinámica de la vida esté entrelazada y tenga influencia en
distintas direcciones.
Para muchas personas que conozco, los
temas antes mencionados son extraños, impensables y hasta poco creíbles. Al
intentar hablar de ellos, me han hecho comentarios como: "Ay no, no me
hables de eso, déjame quieto, no me enredes la cabeza" o de forma muy
simple me han dicho: "Chama, ¿Qué te fumaste?".
Entonces, pienso que las reacciones
se resumen en una frase sencilla: "Como no lo entiendo, no lo comprendo y
no lo conozco, mejor lo dejo a un lado". Sin embargo nuestra cotidianidad está llena de
"cosas" que no comprendemos y nos conformamos con que son como son y
las aceptamos; tenemos luz en un bombillo, y no
parece algo mágico, hablamos por una pantallita con alguien a miles de
kilómetros de distancia, y ni por asomo sabemos cómo es posible. Solo lo
aceptamos sin cuestionarlo.
Pues creo que lo mismo ocurre con las
creencias. Ya sea porque fueron nuestro pan de cada día desde los primeros años
de vida, o porque ante un hecho fortuito las adoptamos, las creencias se convierten en nuestra nave
salvaguarda.
Somos, actuamos y aceptamos lo que
encaja dentro de nuestro sistemas de creencias.
Romper las estructuras mentales
implica deshacerse de lo que nos mantiene en pie y por ende de las
herramientas-creencias, que nos permiten tomar decisiones y sobrellevar
situaciones.
Cada quien según sus creencias, actúa
bajo los preceptos de éstas; si se práctica o se dice pertenecer a alguna
religión, sus mandatos moldean las actitudes, si se cree en los astros, se lee
el horóscopo para "conocer qué nos depara el futuro"; se consulta a
alguien que "lee las cartas", se lee un libro con frases de
"pensadores" o de forma tajante se sentencia: "Porque Dios lo
quiso así".
Cuando en la vida ocurren situaciones
que no podemos controlar y menos detener, se tienen a las creencias para
sobrellevarlas y de alguna forma mitigar la incertidumbre, la angustia que
produce lo inesperado.
Al ver como se acerca el fin de algo
estable y arraigado en la vida, solo las creencias pueden ser las herramientas
efectivas para no sucumbir ante la desesperanza o la inestabilidad.
Una cosa es la esperanza y otra la
certeza. En la primera cabe la duda, en la segunda no. Cuando las creencias nos dan certeza de que las
cosas son como son, que somos parte de un todo que no podemos controlar,
entonces conseguimos estar paz.
Tomado de Filosofía
barata
Escrito
por Milfri Pérez
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