Observate, deja que tus pensamientos salten, permite que tus sentimientos fluyan, gestionate, cuestiona tus creencias constantemente y sobre todo escuchate, muy atentamente al hablar, de la forma que hablas creas tu realidad, cuida tus palabras.
Que tus palabras sean como los arboles, que traen la energía del cielo a la tierra.
Que tus palabras sean como los arboles, que traen la energía del cielo a la tierra.
HABLA CON EL AMOR QUE DESEAS PARA EL MUNDO...
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