martes, 10 de marzo de 2015


"El mundo que vemos es la expresión de un patrón de interferencias, es una ilusión de unos programas que de alguna forma hemos elegido experimentar y vivir. 
Como esto, hasta ahora, era —y en muchos casos es— totalmente inconsciente, vivimos nuestras vidas con una enorme incertidumbre. 
Creemos que lo que nos ocurre es fruto de la casualidad o de la mala fortuna. 
Todo ello alimenta el miedo, y las enfermedades que se derivan de él son enormes.
Le rezamos a algo externo a nosotros, y nuestras vidas siguen igual, con pocos cambios.
Esperamos a la diosa fortuna, nos volvemos agnósticos, o muy creyentes.
Estamos a la espera de que algo externo a nosotros nos «salve» de «algo» que simplemente se halla en nosotros mismos.
Nos volvemos supersticiosos, creemos en la mala suerte... en definitiva: Vivimos nuestras vidas en una total inseguridad.
Todo ello nos lleva a ansiedades, depresiones y a todo tipo de desórdenes físicos y mentales"

El Observador en BioNeuroEmocion. Enric Corbera

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